¿Cómo se calcula la huella de carbono?

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Hemos oído hablar de huella de carbono múltiples veces, ¿pero entendemos realmente qué implica uno de los medidores ambientales más importantes?

La huella de carbono es una métrica ambiental que calcula la totalidad de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que se generan por una persona, un grupo, una organización, empresa o incluso un producto/servicio¹.  

Como la huella de carbono se utiliza para medir cuánto contribuye una actividad al calentamiento global, es importante que este valor englobe a todos los gases. Sino estaríamos haciendo un cálculo incompleto. 

Existen distintos gases de efecto invernadero. Los GEI que se encuentran en mayor proporción en la atmósfera son: 

  • Dióxido de carbono (CO2) 
  • Metano (CH4) 
  • Óxido nitroso (N2O)  

La estructura química de estos gases hace que cada uno pueda absorber más o menos calor del sol. Esta capacidad de absorber calor del sol se denomina potencial de calentamiento global (PCG).

Con estos datos, se decidió que la huella de carbono se mida en gramos de dióxido de carbono equivalente (gCO2eq), para poder tener una única unidad de medida que englobe el PCG de todos los GEI.  

En otras palabras, esta unidad permite cuantificar el impacto ambiental de todos los gases de efecto invernadero en un único indicador.


Medir la huella ha sido esencial para implementar regulaciones que enmarquen en estándares menos nocivos para el medio ambiente el carbono producido por diversas industrias. En esencia, el Acuerdo de París de 2016 estableció la importancia de intensificar acciones e inversiones para reducir las emisiones de GEI a nivel mundial.

Fuente: Noticias ONU

Por qué hay que controlar el carbono producido

Como el carbono es el gas que más abunda entre los gases de efecto invernadero, se tiende a creer que siempre fue nocivo, cuando en verdad no es el caso. El “efecto invernadero” es el producto de retener el calor del sol en la tierra para mantener una temperatura amena para los seres vivos y contribuir a la supervivencia de muchas especies.

Si estos gases no estuvieran en la atmósfera terrestre, la temperatura promedio de la Tierra sería de -18ºC (hoy es de 15ºC). Es decir, no podría existir la vida en nuestro planeta tal como la conocemos.  

Entonces, los gases de efecto invernadero no son malos en sí. El problema es que su acumulación excesiva en la atmósfera hace que se retenga cada vez más calor del sol y por ende, aumente la temperatura de la Tierra desmedidamente. 

¿Cómo se calcula la huella de carbono?

La huella de carbono se obtiene multiplicando el nivel de actividad (dato de consumo) por su correspondiente factor de emisión.

Cortesía de Carbon Neutral +

El dato de consumo es el parámetro que define el nivel de la actividad generadora de las emisiones de gases de efecto invernadero, como por ejemplo, la cantidad de gas natural utilizado en la calefacción (kWh de gas natural).

El factor de emisión es la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por cada unidad del parámetro ‘dato de actividad’².

En términos individuales, conocer la huella de carbono que generamos ayuda a emprender acciones cotidianas que disminuyan las emisiones. Es necesario tener conciencia de esto para contribuir a un futuro más sostenible.

¹ Fuente: https://www.greenpeace.org/mexico/blog/9386/huella-de-carbono/
² Fuente: https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/que-es-la-huella-de-carbono-y-como-entender-este-indicador-ambiental/

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